Quizás llamar "fresca" a una ensalada sea una redundancia, porque aunque existen ensaladas templadas, lo habitual es asociar la palabra "fresca" o "frío" a la palabra "ensalada". Pero es que quería resaltar el adjetivo fresca, porque realmente lo es. Ya que la preparé muy, muy fría, con ayuda de una de mis cocottes. Que como ya he comentado alguna vezno solo son geniales para cocinar, también ayudan a mantener el frío de alguno de nuestros platos. Lo que hice fue meter un buen rato antes la cocotte en la nevera, y volví a introducirla cuando hice la ensalada. Como ya sabemos son tan bonitas que pueden ir directamente de la cocina, o de la nevera en este caso, a la mesa. El hierro hará que el frío tarde más en irse y ayudará a nuestro plato a mantenerse fresco más tiempo. En verano esto es de agradecer. Podemos hacerlo con ensaladas, cremas y sopas frías. Yo lo noto un montón, los platos tardan más tiempo en atemperarse. Si no tenemos una cacerola de hierro podremos conseguir más o menos el mismo efecto con algún recipiente de otro material (aluminio, barro o cristal).
Podemos aliñar con aceite y vinagre en lugar de hacerlo con limón, pero es que a mí cada vez me gusta más añadírselo a mis platos. Para darle un toque más aromático podemos rallar un poco de su corteza.
Lo bueno de las ensaladas es que admiten muchas variaciones, podríamos añadir algún fruto seco, hierbas aromáticas, más tipos de lechuga... Las posibilidades son infinitas. El sol va dando tregua poco a poco y ya no hace tanto calor, pero una ensalada bien fresquita siempre se agradece. ¿Os gusta?
Muchas gracias por leer y comentar. ^_^